domingo, 22 de febrero de 2009

"Obama" por Héctor Aguilar Camín.

Milenio, 19-02-08.

“Poder hipnótico” es una expresión trillada, pero describe en este caso una novedad absoluta: la irrupción del carisma en el corazón, más bien rutinario y mercadológico, de la política americana.

Pero el poder hipnótico del discurso de Obama no es inocente, puede incubar algunos de los males mayores del liderazgo político: la manipulación, la megalomanía, el culto a la personalidad.

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“Poder hipnótico” (mesmeric power) es lo que ejerce a su paso el senador por Illinois, Barak Obama. La expresión es de Charles Krauthammer en su artículo “La audacia de vender esperanza” (Washington Post, 15/02/08).

“Poder hipnótico” es una expresión trillada, pero describe en este caso una novedad absoluta: la irrupción del carisma en el corazón, más bien rutinario y mercadológico, de la política americana.

La de Obama no es una candidatura política más, es una ola de entusiasmo y una profesión de fe como no se ha visto en mucho tiempo en la Unión Americana. La elocuencia carismática de Obama produce adhesión y fervor.

Obama, dice Krauthammer, ha redescubierto cuán rentable es vender lo que es gratis. Embotellar agua, por ejemplo. O vender el nombre de las cosas, como hace Google al ofrecer a anunciantes de zapatos un espacio publicitario en la página que se abre cuando alguien busca la palabra “zapatos” en Google.

Obama vende nada menos que esperanza, un bien tan universal como la salvación, que venden las iglesias. Los compradores de esperanza se suben a la causa de Obama en trances renovados de fe... por la política.

Obama hace delirar a sus oyentes y sus oyentes lo hacen delirar a él. Muerde la manzana envenenada de su poder hipnótico, y llega a decir cosas como:

“Nosotros somos los que estábamos esperando. Somos el cambio que buscamos”. “Podemos rehacer este mundo para que sea como debe ser”. “Podemos ser un himno que cure a esta nación, que arregle este mundo y haga esta época distinta a todas las otras”.

Lo admirable de estos mantras megalómanos es que brotan de un discurso que no tiene rastro de rencor, ni enemigos designados. Es una retórica del sueño y de la construcción, no de la guerra. Un cuento de hadas, como dijo William Clinton en un juicio que se volvió inmediatamente contra él. Un canto a la esperanza y a la comunión.

Pero el poder hipnótico del discurso de Obama no es inocente, puede incubar algunos de los males mayores del liderazgo político: la manipulación, la megalomanía, el culto a la personalidad.

No me gustan los políticos demasiado carismáticos porque su carisma los pone por encima de la gente. No me gustan los líderes que avanzan sembrando sueños y delirios en sus seguidores, así sean los sueños deseables y los delirios plácidos de Obama.

No obstante, creo que si pudiera votar en la elección americana, votaría por Obama, lo cual muestra, creo, en mi propia persona, los peligros que digo.

Héctor Aguilar Camín.
acamin@milenio.com

lunes, 2 de febrero de 2009

La larga búsqueda de identidad del Presidente electo de Estados Unidos:

EM., Int., miércoles 5 de noviembre de 2008.

Sus orígenes kenianos, su raza híbrida -negro, pero no del todo-, sus hogares en Hawai e Indonesia, sus estudios, su madre liberal y su padre ausente marcaron su personalidad.

JEAN PALOU EGOAGUIRRE.

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"¿Te puedo tocar el pelo?". El compañero nuevo de curso no pasaba inadvertido, y una curiosa niña colorina quería comprobar cómo era el peinado "afro" del pequeño Barry.

Poco antes, en el elitista colegio Punahou de Hawai -de mayoría blanca-, la profesora les había explicado a sus alumnos que el padre de Obama provenía de un pueblo de Kenia. "¿De qué tribu era?", le preguntó ella. "De los Luo", contestó el tímido niño de diez años. Entonces, un compañero, el chistosito del curso, gritó desde el fondo del salón: "¡Luo, luo, luo!", imitando el chillido de los monos. Otro niño, con una duda mucho más sincera, le preguntó: "¿Tu papá come personas?".

Esa sensación, la de ser un extraño, no era nueva para Obama.

En Indonesia, donde vivió desde 1967 hasta 1971 -su madre Ann se había casado en segundas nupcias con el indonesio Lolo Soetoro-, al regordete Barack le tocó ser un extranjero en una cultura diametralmente distinta: debió lidiar con bromas de niños que le llamaban "negro" y que lo engañaban dándole pasta de camarón en vez de chocolate, tuvo que aprender a escribir con la mano derecha -ser zurdo no era bien visto- y a cambiar los hot dogs por grillos y serpientes.

En estos años, la madre de Obama, una antropóloga de Kansas, le inculcó el orgullo afroamericano, una herencia que vivía más por el color de su piel que por lo que compartió con su padre, quien lo abandonó a los dos años.

Mientras en la escuela pública de Yakarta aprendía las enseñanzas del islam -lo cual dio pie para que se dijera que estudió en una "madrasa radical"-, en su casa Ann lo despertaba a las cuatro de la mañana para repasar inglés y le daba libros sobre el movimiento de derechos civiles en EE.UU., grabaciones de Mahalia Jackson y discursos de Martin Luther King.

"Cada hombre negro era Thurgood Marshall o Sidney Poitier; cualquier mujer negra era Fannie Lou Hamer o Lena Horne", cuenta Obama en "Dreams from my Father". "Ser negro era ser beneficiario de una herencia, un destino especial, una carga gloriosa que sólo nosotros eramos suficientemente fuertes para soportar".

Con ese espíritu, Barack tomó una decisión muy madura para su edad: a los diez años le pidió a su madre quedarse en Hawai con sus abuelos. Fue con ellos que aprendió de primera mano "cómo piensan los blancos", y de ellos recibió una educación derechamente cristiana; antes, su mamá -quien no era muy religiosa- le hizo conocer la Biblia, pero también le enseñó libros "espirituales" como el Upanishad hindú o el Tao Te Ching.

Pese a las bromas colegiales, Obama disfrutó del "aloha spirit" de Hawai, isla donde un afroamericano se camufla entre samoanos, fijianos o tonganos. "Mi nombre viene de Kenia, mi acento de Kansas", solía explicar .

Este sentido de pertenecer a varios lugares -o a ninguno en particular- reforzó su identificación con la historia de su papá keniano. Recurriendo a su imaginación, les decía a sus amigos que era un "gran príncipe" de una tribu "llena de guerreros".

Pero la conciencia de raza no habría sido tan determinante en la adolescencia de Obama. Según quienes lo conocieron, él no era uno de los Brothers, como se llamaba un grupo de jóvenes negros de la isla, y prefería el mote de "Barry O' Bomber" que se había ganado jugando en el equipo de básquetbol del colegio.

Sin embargo, poco tiempo después se hizo muy amigo de Keith Kakugawa, quien lo inició en el consumo de alcohol, de marihuana y en alguna ocasión de cocaína. Según Obama, entonces quería "sacar de mi cabeza las preguntas acerca de quién era yo", y en "Dreams...", describe a Kakugawa -quien ha pasado ocho años en la cárcel por tráfico de drogas- como una persona con un fuerte sentimiento "anti blancos", con quien sostuvo largas charlas sobre raza y racismo.

En ese tiempo también leyó a autores de temáticas raciales como James Baldwin, Ralph Ellison o Langston Hughes, así como la autobiografía de Malcolm X.

Luego, en el college liberal Occidental, en Los Angeles, Obama -ya de 18 años- desarrolló su activismo. Mientras se adentraba en Nietzshe, Freud y Sartre, y con Led Zepellin, Rolling Stones y los B-52's como banda sonora, solía debatir sobre la invasión de la URSS a Afganistán o la pobreza en el tercer mundo y participaba en protestas contra el apartheid en Sudáfrica. Y sus compañeros le escuchaban.

Con ese germen social -influenciado por su madre-, se cambió a la Columbia University, en Nueva York, y más tarde se convertiría en organizador comunitario en zonas empobrecidas de Chicago, donde vivían principalmente negros.

Pero algo no le calzaba.

Sólo supo qué era en 1987, cuando visitó por primera vez Kogelo, la aldea de su padre ("un fantasma contra el que he peleado toda mi vida") y conoció a varios de sus siete medio hermanos.

Ahí todo le hizo sentido. Ahí completó el puzzle sobre sus orígenes y su identidad, se sintió orgulloso de su pelo crespo y de ser un heredero de los Luo... y no tuvo que inventar nada.

Ahí también desempolvó una de los pocos mensajes que le dejó su papá: "Llegará el día en que el agua subirá de nivel y encontrarás una carrera hecha a tu real medida". Una vieja carta que le recordaba quién es: "Tú eres un Obama. Deberías ser el mejor".

COMICS. Durante su adolescencia, Barack Obama coleccionaba cómics de Spider Man y Conan el Bárbaro. Pasaba largas horas dibujándolos.

Los actores y las películas que allanaron el camino al nuevo Presidente de EE.UU.: Cómo el cine hizo campaña por Obama.

EM., Espectáculos, martes 20 de Enero de 2009. (Día de juramento de Obama).

Sidney Poitier es el primer gran hombre de color en una pantalla que ya ha ofrecido a Presidentes negros. Uno de ellos es Morgan Freeman.

FERNANDO ZAVALA.

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Estados Unidos está listo para pasar de la ficción a la realidad. Hoy, ese país verá cómo Barack Obama se transforma en su Primer Mandatario número 44. Pero antes de que él pise la verdadera Casa Blanca, el cine y la TV se han hecho cargo de preparar a sus compatriotas -y al resto del mundo- para el evento: en "salas ovales" de ficción se ha visto a otros "presidentes" de color, como James Earl Jones en "The man", Morgan Freeman en "Impacto profundo" y Dennis Haysbert en la serie "24".

Obama llega arropado, además, por su estampa hollywoodense: "Llama la atención que su postura parece la de un actor de cine. No cuesta nada imaginarse la película de Obama con Will Smith", dice el crítico de "El Mercurio" Christian Ramírez, quien añade: "Creo que su look poco producido evoca un poco el mito de actores de color emblemáticos". Uno de ellos es Sidney Poitier, el primer negro en ganar el Oscar a Mejor Actor -por "Lilies of the field" en 1963- y verdadero símbolo de la lucha por los derechos civiles en EE.UU.

Poitier, hoy de 81 años, tiene una carrera de más de seis décadas, pero su trabajo en los años 60 sigue siendo su mayor aporte, precisamente por el rol que jugó en imponer una nueva imagen para los actores de color. En una columna publicada el pasado fin de semana los críticos Manohla Dargis y A.O. Scott de The New York Times, lo describen como el "negro común y corriente", ése que representaba no sólo las necesidades de los ciudadanos de su raza sino de toda la nación. Películas que le dieron esa posibilidad son "El sol brilla para todos", de 1961, donde es el miembro de una familia que lucha para pagar su casa, o "Al calor de la noche", de 1967, donde es un policía de color que se enfrenta al racismo de sus colegas en el sur de Estados Unidos. "Fue el primero en encarnar a un negro intelectual, de esos que no se dejaban pisotear", agrega la comentarista de cine María Inés Sáez.

Manohla Dargis y A.O. Scott también mencionan al heredero natural de Poitier: Denzel Washington, quien fue uno de los oradores del homenaje que los artistas le brindaron a Obama el domingo 18 en la capital estadounidense. Él logró un encanto transversal en trabajos como los de "Tiempos de gloria", sobre un batallón de color en la Guerra Civil, o "Huracán", sobre un boxeador injustamente encarcelado.

Morgan Freeman, desde otra esquina, hizo su aporte en la larga espera del primer Presidente de color: en títulos "Conduciendo a Miss Daisy", "Impacto profundo" y "Million dollar baby" desplega al mundo la imagen del "negro paternal".

El más reciente es Will Smith, un actor exitosísimo que ha dado vida al "negro heroico", en la taquillera "Día de la Independencia", o las dramáticas "Ali" y "En busca de la felicidad". Él, junto a sus colegas, ha ayudado a formar una imagen de los afroamericanos que hoy ayuda en la inauguración del mandato del primer presidente de su raza.

Cuatro películas para esperar al nuevo Presidente.

"AL CALOR DE LA NOCHE" (1967). Sidney Poitier debe enfrentarse cara a cara con un racista policía interpretado por Rod Steiger, quien ganó un Oscar por el rol.

"ADIVINA QUIÉN VIENE A CENAR" (1967). Spencer Tracy y Katharine Hepburn son los sorprendidos padres de una joven blanca que llega a la casa con un novio negro (Poitier, otra vez).

"CONDUCIENDO A MISS DAISY" (1989). Morgan Freeman está inolvidable como el chofer de una anciana cascarrabias con quien entabla amistad en una época cuando eso era mal visto.

"EN BUSCA DE LA FELICIDAD" (2006). Will Smith, como un padre que trata de sacar adelante a su hijo, demuestra en esta cinta que los negros también persiguen el "sueño americano".

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EMOL, magazone, 18-02-07.

Actor Sidney Poitier cumple este martes 80 años en una vida marcada por la discriminación.

Fue el primer estadounidense de piel negra en recibir un Oscar y en ser el actor mejor pagado de Hollywood, pese a un difícil comienzo en el mundo de la actuación.

NUEVA YORK.- Sindey Poitier le debe la vida a una adivina. Nacido demasiado pronto y demasiado débil durante un viaje en barco entre las Bahamas y Forida, la cosa pintaba mal para él. El padre de Sydney, que ya había enterrado a varios hijos, se disponía a improvisar una caja de zapatos como ataúd.

Sólo la madre se negó a resignarse. La mujer buscó el consejo de una pitonisa, como cuenta Poitier en su autbiografía "The Measure Of A Man". Lo que Evelyn Poitier supo a través de las cartas fue suficiente para fortalecer su voluntad de lucha por la supervivencia del retoño.

"No te preocupes por el pequeño. Saldrá vivo y será sano. Seguirá casi todos los vientos de la Tierra y estará acompañado de reyes", cita el celebrado actor de cine y teatro la profecía que terminó salvando su vida.

Décadas más tarde, Sydney Potier "ha superado barreras sociales como un corredor de vallas", según el diario "International Herald Tribune". Fue el primer estadounidense de piel negra en recibir un Oscar y en ser el actor mejor pagado de Hollywood. Maduro y aún atractivo, Poitier cumple 80 años este martes.

Entre su "éxitos" se cuenta también haber sido el primer negro en besar a una actriz blanca en un film de Hollywood. La escena se rodó pudorosamente a través del espejo retrovisor de un taxi, pero fue suficiente para que los activistas por los derechos civiles lo encumbraran como un héroe y algunos miembros del movimiento afroamericano lo tacharan de "negro blanco" por su supuesta sobreadaptación.

La fecha exacta de su nacimiento es desconocida, incluso por el mismo, en teoría. Algunos documentos dicen que la estrella de películas como "Porgy and Bess", "Guess Who's Coming to Dinner" o "In The Heat Of The Night" nació el 20 de febrero de 1924, pero otros reflejan el año 1927. Guiñando el ojo, Poitier asegura: "Después todo todavía estoy en forma, así que no importa".

Una dura lucha por surgir.

Pero Poitier nunca hizo un misterio de sus orígenes. El menor de ocho hijos, creció rodeado por la pobreza en la paradisíaca y apartada isla Cat Island de las Bahamas. Su padre era recolector de tomates y a duras penas traía a casa comida para toda la familia.

A los 13 años, Sidney tuvo que dejar la escuela. Partió rumbo a Miami, donde trabajó como vendedor ambulante, aparcacoches, obrero en construcciones y cargador portuario.

Más tarde se formó como fisioterapeuta y se alistó en el Ejército de Estados Unidos, donde sirvió hasta 1945.

Luego vino el teatro. Despreocupado, hizo varias audiciones en Broadway, pero su imponente presencia era inútil a causa de su "terrible" y marcado acento, según recuerda. No se dio por vencido y encontró trabajo como guardia nocturno en el Armerican Negro Theatre. Su sueldo consistía en clases gratuitas de actuación.

Su insistencia se vio recompensada después de varios papeles secundarios. Harry Belafonte tuvo que cancelar su actuación en una obra de Broadway y el entonces desconocido Poitier pudo salir a escena en su lugar: era la oportunidad de su vida.

Un merecido reconocimiento.

El Oscar llegó en 1964 por su interpretación de un trabajador negro en una granja de monjas blancas en "Lilies of the Field", de Ralph Nelson.

La discriminación racial fue también el tema central en las siguientes y más populares películas de Poitier.

En "Guess Who's Coming to Dinner" (1967), la película del beso en el taxi, Poitier es presentado como futuro yerno al matrimonio millonario que forman Katharine Hepburn y Spencer Tracy.

En el policial "In The Heat Of The Night" (1967) tuvo que imponerse como detective experto del norte a un sureño sheriff racista (Rod Steiger).

Su popularidad era entonces ya tan grande que las ofertas de trabajo se multiplicaban. En 1969 se lo consideraba el actor mejor pagado del mundo. También tuvo éxito como director, pero la fama no se le ha subido a la cabeza: "Siempre trato de seguir aprendiendo, de comprender mejor las cosas y de mejorar yo mismo".

Ex secretaria de Estado de Bill Clinton Madeleine Albright: "Pakistán es la nación más peligrosa del mundo".

EM., Int., 02-02-09.

La analista y consultora sobre Medio Oriente pide cuidado y paciencia para renovar la imagen de Washington en esta área.

ANTONIETA CÁDIZ.
Corresponsal.

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WASHINGTON.– Conocida como la "mujer de hierro" del gobierno de Bill Clinton, la ex secretaria de Estado Madeleine Albright delineó los puntos candentes en los que el gobierno del Presidente Barack Obama debe poner atención, para transformar la dañada y compleja relación que Estados Unidos tiene hoy con Medio Oriente.

Durante el lanzamiento del informe "Cambiando el curso, una nueva dirección para las relaciones entre Estados Unidos y el mundo musulmán", escrito por Albright junto a otros 33 analistas y líderes cercanos a este tema, la ex secretaria de Estado no titubeó al referirse a la importancia de Pakistán para la seguridad del país.

Buscar cooperación.

"Pakistán es la nación más peligrosa del mundo en este momento. Tiene armas nucleares, pobreza, corrupción, extremismo, una geografía complicada. Es importante que la administración de Barack Obama encuentre nuevas vías de cooperación, una nueva cercanía, de manera que podamos entendernos mutuamente".

Este país, que comparte frontera con Afganistán, es el sexto más poblado del mundo, con cerca de 172 millones de habitantes. Entre 2007 y 2008 registró la muerte de 1.500 personas producto de atentados suicidas, vinculados con la violencia sectaria entre la población musulmana sunita y chiita.

En la opinión de Albright, una nueva relación entre Pakistán y Estados Unidos, que implique una estabilidad real en esta zona, no radica sólo en un cambio en el tono de la diplomacia ni en los gestos de presidentes y políticos, sino en una transformación global.

"El gobierno de Obama necesita recalibrar la relación entre ambas naciones, con cambios esenciales y variados que abarquen diplomacia, economía, asistencia, fortalecimiento de organizaciones civiles, etc. La meta es crear un ambiente seguro donde la gente pueda vivir en paz y profesar la religión que quiera", enfatizó.

Sin embargo, la preocupación de Albright por Islamabad no es lo único que, según ella, debe considerar la Casa Blanca en sus relaciones con Medio Oriente. El posible triunfo del conservador Partido Likud en las elecciones del próximo 10 de febrero en Israel -y la consiguiente elección de Benjamín Netanyahu como nuevo Primer Ministro- es otro punto en el que la "mujer de hierro" exige cautela.

"Antes de tirar líneas hacia su posible administración, el gobierno actual debe esperar. Se necesita paciencia para ver cuáles son sus posturas y líneas de acción. Netanyahu tiene gran experiencia, es un líder político con una gran habilidad práctica, pero debemos entender que las personas actúan de acuerdo a su contexto, a sus circunstancias", aseguró.

"El Presidente Obama y su equipo deben tener mucho cuidado de no verse involucrados en las elecciones de Israel, no involucrarse en ese proceso", dijo Albright.

Una petición que sólo se corroborará con el tiempo, pero que se verá enmarcada con gestos y palabras claras por parte del nuevo gobierno, en el que ya se ha hablado de apoyo hacia Israel, pero también de la necesidad de una solución para la población palestina. De hecho, el viernes, la Casa Blanca anunció el uso de 20 millones de dólares del Fondo de Asistencia y Emergencia para Refugiados y Asistencia para Migraciones (ERMA, por sus siglas en inglés) para cubrir las necesidades humanitarias en Gaza. Con esto, durante el 2009, la actual administración ya ha entregado 120 millones para esta causa.

Democracia.

Finalmente, Albright se refirió a los grupos que en este momento han sido democráticamente elegidos y que figuran en listas de organizaciones terroristas, como el caso de Hamas: "Creo en la democracia, pero no creo que todos los grupos estén preparados para liderarla".

"La democracia se debe apoyar, no imponer. Las elecciones son necesarias pero no suficientes. No podemos permitir que grupos que apoyen la violencia y el terrorismo como una técnica legítima puedan participar en elecciones. Esto incluye a Hamas y a Hezbolá. Es esencial que primero dejen la violencia para dialogar con la actual administración", sentenció.

El reporte "Cambiando el curso..." da recomendaciones, como promover la participación cívica en países musulmanes y abogar por principios más que por partidos, entre otros.

Sobre Pakistán: "El gobierno de Obama necesita recalibrar la relación entre ambas naciones, con cambios esenciales y variados que abarquen diplomacia, economía, asistencia, fortalecimiento de organizaciones civiles, etc.".Sobre los palestinos: "Las elecciones son necesarias pero no suficientes. No podemos permitir que grupos que apoyen la violencia y el terrorismo como una técnica legítima puedan participar en elecciones. Esto incluye a Hamas y a Hezbolá".

Nuevo símbolo de estatus: El acceso al mail de Obama define quién es quién en los círculos de poder de Washington.

EM., Int., 02-02-09

Sólo los más cercanos, como el Vicepresidente Joe Biden, tienen su dirección, mientras que figuras prominentes, como Al Gore, no.

No se puede reenviar un correo de Obama o enviarle attachments.

PETER BAKER.
The New York Times.

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WASHINGTON.– Anthony Lake era uno de los principales asesores de Barack Obama en relaciones exteriores durante la campaña e intercambiaba e-mails con él en forma regular. Pero ahora que Obama es Presidente, Lake ya no tiene su dirección.

"No", manifestó cuando le consultaron. "La tenía. Ahora no".

Tampoco la tiene Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara, ni varios miembros del gabinete, entre éstos el secretario de Defensa Robert M. Gates.

El Vicepresidente Joe Biden sí la tiene, como también el jefe de gabinete del Mandatario, sus principales asesores y algunos de sus amigos de Chicago.

El senador Richard J. Durbin, compañero demócrata de Illinois, probablemente la tiene, pero se niega a decirlo. "No vamos a discutir eso", precisó un vocero, Joe Shoemaker.

Éste es ahora el último símbolo de estatus en una ciudad obsesionada con el estatus. Obama fue visto la semana pasada probando su nueva Blackberry, más sofisticada y codificada, aunque aceptó limitar el número de personas con las que intercambiaría e-mails. En el proceso, creó una nueva medida para que Washington juzgue quién realmente tiene la atención del Presidente.

Es la primera vez que un Presidente ha utilizado el e-mail mientras está en el poder. "Es la versión del siglo XXI del acceso especial al Mandatario que se les otorga a algunas personas", indicó Joel P. Johnson, alto asesor de la Casa Blanca en los tiempos de Clinton.

Aquellos escogidos que tienen la dirección del correo electrónico de Obama, de acuerdo a personas informadas en la materia, incluyen a Rahm Emanuel, jefe de gabinete de la Casa Blanca; David Axelrod y Valerie Jarrett, ambos importantes asesores; y Robert Gibbs, secretario de prensa. Pero los miembros del gabinete, como el secretario del Interior, Ken Salazar, aseguraron que no la tenían. La secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton es una usuaria frecuente de la Blackberry, pero un vocero manifestó que no sabía si ella tenía la dirección del Presidente.

La exclusividad no es un asunto de proteger el escaso tiempo del jefe de Estado o incluso de protegerlo del spam. Al personal de seguridad le preocupa que mientras más disponible sea su dirección, más vulnerable pueda ser a los hackers.

Después de todo, la gobernadora Sarah Palin de Alaska encontró que habían entrado en su cuenta de e-mail y habían puesto sus mensajes en línea el año pasado cuando estaba postulando a la vicepresidencia. Un Presidente no puede correr el riesgo de que sus correos electrónicos estén a disposición de todo el mundo, incluyendo a los servicios de inteligencia hostiles, como Rusia o China.

Para minimizar el riesgo, los gurús tecnológicos de la Casa Blanca imposibilitaron el reenvío de mensajes del Presidente o que se le envíen attachments, de acuerdo a personas que están al tanto de las precauciones. Es probable que su dirección se cambie regularmente también. Los amigos del Presidente y los miembros de su equipo están recibiendo instrucciones sobre seguridad.

Por lo tanto, los amigos de e-mail de Obama están en gran medida guardando silencio. Las llamadas telefónicas y los mensajes a más de 40 de sus principales asesores, familiares, amigos y asociados políticos la semana pasada dieron como resultado unos pocos que reconocieron abiertamente tener su dirección.

"No puedo confirmarlo", señaló un asesor cuando se le preguntó si Oprah Winfrey envía e-mails al Presidente.

"No tengo ninguna respuesta", expresó un alto personero de la Casa Blanca cuando se le hizo la misma pregunta, además de pedir que tampoco lo nombráramos respondiendo incluso eso.

Y hay varios que se podría esperar que la tuvieran y no la tienen. El ex Vicepresidente Al Gore, un aficionado a los e-mails, no intercambia mensajes con el Presidente. "Hasta la fecha, no he sabido que se envíen e-mails entre ellos", precisó su vocera, Kalee Kreider.

John D. Podesta dirigió el período de transición de Obama e intercambió e-mails con él virtualmente todos los días desde las elecciones hasta la investidura. Pero no formó parte del gobierno y no tiene la nueva dirección. "Algunas cosas son secretas", precisó Podesta, aunque agregó: "Supongo que la lista va a aumentar".

Barómetros anteriores.

Durante décadas, se revisaban las listas de invitación para las cenas de Estado y los registros de visitas de Camp David en busca de pistas de quién era "alguien" y quién no.

Durante la presidencia de Bill Clinton, se sabía que los invitados a la habitación Lincoln eran los más influyentes. El ex Presidente George W. Bush dio pocas oportunidades para que la elite se manifestara al dejar las cenas de Estado, pero las invitaciones a su rancho denotaban distinción.

Retiro de tropas: Obama dice que un gran número de soldados en Irak regresará dentro de un año.

EM., Int., 02-02-09.

Un número importante de soldados de Estados Unidos en Irak podría regresar a su país en el plazo de un año, afirmó ayer el Presidente Barack Obama, en una entrevista emitida por la cadena NBC.

"Estamos en posición de empezar a depositar más responsabilidades sobre los iraquíes, y esa es la buena noticia no sólo para las tropas que están allá, sino para sus familias, que acarrean una enorme carga", declaró el Mandatario, en una entrevista con ocasión de la final de fútbol americano, el "Super Bowl". Consultado si muchas de las tropas que ven el partido desde Irak podrán verlo el próximo año desde sus casas, Obama respondió que "sí".

Su gobierno, explicó, dará a conocer en los próximos días sus intenciones sobre los niveles de tropas en Irak. EE.UU. tiene hoy 142.000 soldados en ese país.

Aseguró que llegó a esta conclusión tras extensas consultas con sus mandos militares y después del éxito de las elecciones provinciales desarrolladas en Irak este sábado.

Respecto de esos comicios, la lista respaldada por el Primer Ministro iraquí, Nuri Al Maliki, se impuso en la mayoría de las regiones iraquíes, según resultados parciales conocidos ayer. La única región en la que no está primera sería en la provincia de Karbala, en Bagdad.

Temas Económicos: "El mundo le responde a Obama".

EM., Editorial, lunes 02 de febrero de 2009.

A casi 15 días de haber llegado a la Casa Blanca, Barack Obama continúa sorprendiendo dentro y fuera de su país. Un ejemplo de ello fue conceder su primera entrevista televisiva -ya como mandatario en funciones- a la cadena árabe en inglés Al Arabiya, descartando opciones occidentales como CNN, CBS o BBC. Claramente, una señal de acercamiento a una región en la que muchos países ven a Estados Unidos con recelo, sobre todo tras los ocho años de gobierno de George W. Bush.

En dicha entrevista, Obama aseguró que "estamos listos para iniciar una nueva amistad basada en el respeto mutuo y los intereses mutuos". Asimismo, recalcó que "estamos mirando a la región como un todo", por lo que se dio tiempo para referirse al conflicto palestino-israelí, las guerras en Irak y Afganistán, y las relaciones con Irán y Siria.

Para el gobierno de Teherán tu-vo palabras especiales: "Si países como Irán tienen voluntad de abrir su puño, encontrarán nuestra mano extendida".

La respuesta no tardó en llegar, en la forma de un discurso televisivo del Presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, quien afirmó que su país tendrá una actitud de plena amistad con Washington, pero sólo si el gobierno de Obama, primero, se disculpaba por los "crímenes" cometidos por Estados Unidos contra su país durante los últimos 60 años.

A pesar de eso, Ahmadinejad dejó abierta una puerta al decir que "todavía estamos esperando pacientemente" las nuevas políticas de Estados Unidos. Una señal de que Teherán considera que con Obama puede, en efecto, haber un nuevo entendimiento entre ambos países, cuyas relaciones han sido particularmente tensas desde hace 30 años, cuando la revolución chiita iraní encabezada por el ayatolá Ruhollah Jomeini derrocó al último Sha, Mohammad Reza Pahlevi.

También hay que recodar que el programa nuclear iraní sigue siendo un punto de tensión entre ambos países y que, además, divide a la comunidad internacional. Asimismo, Washington todavía mira con preocupación la influencia iraní en Irak, por medio de su presunto apoyo a los grupos chiitas locales.

Otra respuesta significativa vino de Rusia, con la que EE.UU. ha tenido múltiples roces en los últimos años, desde el proyecto de escudo antimisiles impulsado por Bush y la progresiva incorporación de ex repúblicas soviéticas a la OTAN, que ha llevado a la Alianza Atlántica cada vez más cerca de las fronteras rusas.

En un gesto interpretado como "una rama de olivo" tendida al Presidente Obama, Rusia suspendió el emplazamiento de misiles Iskander en Kaliningrado, enclave muy cercano a la frontera con la Unión Europea (UE), ya que "la nueva administración estadounidense no ha acelerado el despliegue".

Su instalación había sido anunciada por el Presidente Dimitri Medvedev en noviembre pasado, como respuesta al despliegue de proyectiles en Polonia y una base de radares en la República Checa -país que actualmente ocupa la presidencia de la UE-, como parte del polémico sistema de defensa.

Estas primeras respuestas de la comunidad internacional son claramente auspiciosas. Los primeros pasos de Obama en política exterior han tenido una buena aceptación. Pero todavía quedan muchos otros temas urgentes que abordar en el plano internacional, como la tensión nuclear con Corea del Norte o la amenaza del radicalismo islámico en Pakistán y Afganistán. Y la "luna de miel" parece cada día más corta.

Los desafíos de George Mitchell.

La semana pasada, George Mitchell, ex senador demócrata y enviado especial estadounidense para Medio Oriente, ya tuvo su primera aproximación al conflicto palestino-israelí, en el marco de una gira por Egipto, Israel, Cisjordania, Jordania y Arabia Saudita, y que en una segunda etapa lo llevará a Europa.

El mismo día de su llegada a Israel, un suboficial del ejército murió al estallar una bomba al paso de su patrulla en el lado israelí de la valla de seguridad de la Franja de Gaza y, posteriormente, un palestino falleció a resultas de disparos de represalia israelíes. Un cuadro poco alentador para iniciar su ronda de entrevistas con los actores de ambas partes.

La tarea de Mitchell no será fácil ni breve. De hecho, él mismo, antes de iniciar su viaje, reconoció que el problema en Medio Oriente es "volátil, complejo y difícil". A pesar de esta primera ronda de encuentros, Mitchell tendrá que esperar hasta después de las elecciones del próximo 10 de febrero para saber qué agrupación política llega al poder en Israel. Porque la posibilidad de acercar al futuro gobierno a la mesa de negociaciones dependerá mucho de quién logre la mayoría parlamentaria: el Partido Laborista, encabezado por el ministro de Defensa Ehud Barak; el Likud, liderado por Benjamín Netanyahu, o Kadima, dirigido por la ministra de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni.

Por el lado palestino, debe tener presente que todavía existe una división que dificulta la posibilidad de tener un solo interlocutor, porque el grupo Hamas controla la Franja de Gaza, en tanto que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) domina el territorio de Cisjordania.

Mitchell, ex negociador para Irlanda del Norte durante la Presidencia de Bill Clinton, enfrenta un desafío enorme, pero no está solo. El gobierno del país más poderoso del mundo está detrás de él. El propio Obama lo dejó en claro en su entrevista con la cadena de televisión Al Arabiya: "Es el momento de que ambas partes se den cuenta de que este camino no llevará ni prosperidad ni seguridad a sus gentes. Es hora de volver a la mesa de negociaciones".